Abro este post con una pregunta que tiene mucho de retórica. Los villancicos no son necesarios, necesario es el aperitivo, las pilas del mando a distancia, la letra ese o el paquete de cerillas que tienes en el cuarto de baño.
Los villancicos están en la lista de cosas superfluas, pero no en la misma que Google + o las monedas de dos céntimos, Los villancicos están destacados en la lista de cosas que no sólo son innecesarias, además joden. Se encuentran en el grupo de las pinzas para sujetar el cinturón de seguridad, el Reggaeton, Tele 5 y los petardos.
Interpretes de villancicos, menudos cabrones.
Pensadlo por un momento ¿quién canta villancicos? correcto: los niños, Raphael, Mariah Carey y George Michael. Sabéis tan bien como yo que no puede salir nada bueno de mezclar a esa gente.
Los niños
A mí me gustan los niños, eso que vaya por delante, pero no me gustan sus voces. Tienen unos timbres tan jodidos que en televisión pagan a mujeres adultas para que doblen a Bart Simpson o Macaullay Culkin, su voz es aguda y desagradable (la de los niños, digo, de Macaullay no tengo ni puta idea: NUNCA LO HE PODIDO ESCUCHAR).
Insisto en que me gustan los niños, me caen bien. Tienen muy mala leche, comen toda la porquería que pueden y si te tienen que decir que tienes el culo al revés, pues te lo dicen sin que les tiemble la voz. Ahora bien, yo encajo bastante en esa definición y eso no me convierte automáticamente en un cantante.
Raphael
Para el que no conozca a Raphael, aclararé que no es el vidente de las gafas raras que viste con túnica. Es un señor muy mayor al que le pareció que Rafael es un nombre muy común, así que le intercaló una hache y se quedó más a gusto que la madre que lo pahrió (sin pensar que se pronuncia exactamente igual).
Además de ser un señor mayor con un extraño problema con los patronímicos estándar, hay otra característica que define a Raphael. Canta como si le estuviesen revisando la próstata en Laponia con unas manos heladas.
Mariah Carey
Esta también es una cantante con hache extemporánea, pero esta es de Nueva York, así que no tengo jurisprudencia para opinar de ese extremo.
Mariah es una tía muy rara, llevo años viéndola y todavía no sé que es. ¿Es blanca o es negra? ¿está gorda o estupenda? incluso: ¿es humana o un especie de duende?.
Esta señora es un peligro, tiene una canción que se llama: “All I want for Christmas is you” (todo lo que quiero para Navidad eres tú) ¡JA!, pobre del incauto que pique.
Si tu pareja te dice que no le importan los regalos, que lo importante es estar juntos: a) quiere una Playstation 4, b) Quiere unas botas de importe equivalente a una Playstation 4 c) es una trampa (además de querer una Playstation 4 o un bolso)
George Michael
George es gay, se veía venir. Es el típico gay que las jovenzuelas insisten en decir que no hasta que es demasiado evidente, entonces dicen: “qué pena”. ¿Pena? a George se la pela lo que te parezca a ti, niñata malcriada con brackets, no te creas tan importante.
Su máxima contribución a la música navideña es “Last Christmas” que, como aquí no sabemos inglés ninguno, nos parece un villancico, pero en realidad es una putada como un castillo. Habla de desamor, de indiferencia y de como una mujer con el corazón de hielo le escoñó las fiestas de 1984.
Instrumentos
A saber: panderetas, zambombas, cencerros, cascabeles y botellas de anís. Dice la filarmónica de Viena, que si eso son instrumentos ellos son bomberos (y que han tirado años de su vida haciendo solfeo)
La pandereta es una piel de animal curtida y estirada en un bastidor, al percutir sobre ella hace que unos pequeños platillos situados en los extremos, emitan un sonido que te provoca ganas de capar a un tuno.
La zambomba siempre hace un poco de risa porque es un símil bastante onanístico y ver al tío Julián viniéndose arriba es muy del humor. El problema es el sonido, que también recuerda al que imaginas que emitirá el tío Julián entregado a esos menesteres.
Cencerros y cascabeles son primos hermanos, por lo menos los cascabeles suenan menos. Las vacas solían llevar cencerros y su vinculación con la Navidad es evidente. Imaginad la escena: Belén, 10 minutos D.C., un pastor en medio de un puto páramo en el que no hay ni un triste Corte Hebreo y se le aparece un ángel.
Ángel: ¡Gloria a Dios, ha nacido el Salvador!
Pastor: No me jodas, ¿en Nochebuena y a estas horas tengo yo que ir a adorar?. Y a ver que cojones le llevo, que una botella de vino siempre queda bien, pero es que el niño se lo hace él solo.
Ángel: ¡Adeste fideles laeti triumphantes. Venite, venite in Bethelem!
Pastor: ¡Qué ya voy, coño! Mira, pillo esto mismo y que lo cambie si no lo quiere, que la vida del trashumante tampoco te deja tiempo de hacer compras y todavía no se ha inventado Amazon.
La botella de anís. Abuelo, que se le ve el plumero. Eso no es un instrumento aunque suene. Es una excusa para tener la botella de Castellana a mano, es como si el adolescente aburrido de la cena diera golpecitos en el IPad y fingiese estar muy implicado en la interpretación.
Las letras de los villancicos
Tienen menos por donde cogerlas que las de Bumbury, están llenas de incongruencias y absurdos. Por ejemplo:
- “Mira cómo beben los peces en el río” A ver, que uno tampoco es ictiólogo, pero los peces en el río beben, defecan, hacen la declaración de la renta y lo que sea, más que nada porque es su puto medio.
- “Yo me remendaba, yo me remendé, yo me eché un un remiendo yo me lo quité” ¿Eso te lo ha dicho el ángel o lo haces porque te has pasado con el chocolate?
- “[…] le traen regalos en su humilde zurrón (¿con qué cojones rimo yo zurrón? Bah, a tomar por culo) Ropopom-pón (jajaja, qué huevos tengo)”
- “25 de diciembre, fun, fun, fun. Un niñito muy bonito ha nacido en un portal. Con su carita de rosa, parece una flor hermosa…fun, fun fun” Huy, aquí creo que me he pasado. Niñito-bonito/ rosa-flor hermosa. Bah, a tomar por culo.
- “La Virgen va caminando y alepun. Por una montaña oscura y alepun. Alepun y ale ale pun y alepun y ale ale pun” y esto lo cierro cooon… ” y alepun catapún.” era un poco predecible, pero si no em han dado de hostias con el “fun, fun fun” esto se lo comen fijo (y se dice “FAN, FAN, FAN” que aquí no sabe inglés ni Dios)
Concluyendo
Los villancicos no hacen falta, es verdad, pero me han dado para un post. Cuando vaya al supermercado intentaré escucharlos con un poco más de indulgencia.
photo credit: Consejo Nacional de la Cultura y las Artes via photopin cc
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